En los últimos años empecé a escuchar el término piezas sueltas o loose parts (término original) en las escuelas. Ahora desde Nueva Zelanda he descubierto que es una idea clave en la educación de la primera infancia. En todos los centros educativos puedes ver espacios especialmente dedicados a las piezas sueltas, tanto en el interior como en el exterior. Pero ¿qué es eso de las piezas sueltas? ¿y por qué se nombra tanto?¿hay alguna teoría detrás?
Pues bien aunque es una idea ya conocida en pedagogías activas como material no estructurado, si es novedosa su teoría sobre el desarrollo del juego autónomo y creativo.
En el post de hoy Sonia de Poetisa Insomne nos explica, desde su experiencia como mamá y como formadora de juego no estructurado, cómo usar las piezas sueltas y qué recursos podemos utilizar en casa y en la escuela.
¡Aquí te dejo con ella!
Los inicios
Mi viaje de inicio surge con la maternidad, como para tantas personas. El cambio que me supuso fue enorme. Ya nada encajaba igual ni en mi manera de ver la crianza, ni según han ido pasando los años, en la manera de ver la educación. Rebuscando y releyendo llegué a Montessori, de Montessori llegué a la mesa de luz, de la mesa de luz a la filosofía Reggio Emilia y de ahí (y muy relacionado con ella) a las piezas sueltas.
Llevándolo al terreno familiar y cotidiano, todo fue fluyendo de forma casual. Cuanto más observaba a mi hijo mayor, me di cuenta de los tiempos de concentración y las posibilidades de juego que le ofrecían elementos como piedras, palos, conchas, y otros materiales que guardaba para mis manualidades como tapones, pompones, madejas de lana… Todavía era mejor, si él mismo seleccionaba en nuestros paseos esos “tesoros” que después incluiría en su juego. Yo tenía que intervenir muy poco, cada vez menos según él crecía (aunque muchas veces sí necesitara mi presencia, pero no mi intervención).
Con mi segundo hijo, los conocimientos que he ido adquiriendo estos años, me han facilitado las cosas aún más. Desde que se mantuvo sentado, pude ofrecerle propuestas inspiradas en el cesto de los tesoros con materiales cotidianos y otros abiertos. Hasta hoy, donde cerca de los dos años ya disfruta apilando objetos, haciendo filas, guardando y llevándolos de un lado a otro de la casa. Mientras que el mayor, con las mismas piezas sueltas puede crear minimundos e historias, o construcciones más elaboradas y llenas de simetría.
De la teoría a la práctica
Pero, tras esta introducción, me voy a centrar en el tema del que quiero hablar: ¿Qué es esto de las piezas sueltas?
Igual te preguntarás si hay alguna base en todo esto. La respuesta es sí, el origen de todo esto se remonta a 1972, cuando el arquitecto Simon Nicholson escribió “La teoría de las piezas sueltas”. Esta teoría es fácilmente accesible gracias a la labor divulgadora de mamaextraterrestre (te recomiendo mucho su libro “Piezas sueltas, el juego infinito de crear”).
La cita clave más conocida es el siguiente:
En cualquier entorno, tanto el grado de inventiva y creatividad como la posibilidad de descubrimiento, son directamente proporcionales al número y tipo de variables que haya”.
Simon Nicholson
Quiero destacar cuatro cosas que no se nos pueden pasar por alto y para mí son las más importantes de la teoría:
- Según esta teoría todos somos creativos al nacer. Te invito a leer el artículo ¿Cómo no matar la creatividad?
- La creatividad no solo se traduce en las artes, en saber pintar o cantar. Se puede ser creativo de muchas maneras. Puedes ser un arquitecto muy creativo, un maestro muy creativo, hasta… ¡un abogado muy creativo! Creo que aquí lo interesante, y esto estaría muy relacionado con el enfoque Reggio Emilia, sería encontrar nuestro lenguaje particular, nuestra manera de sentir y expresar en el mundo esa creatividad. Por eso la importancia de los cien lenguajes del niño. De dejarles crear con infinidad de variables, propuestas y puntos de vista, no obsesionarnos con que escriban (por poner un ejemplo) si no es eso lo que les interesa en ese momento.
- Las piezas sueltas no son solo los materiales no estructurados (estos son solo una parte), las piezas sueltas pueden ser el agua, el magnetismo, la luz, los sonidos… las variables del entorno que podemos modificar.
- Cuanto más rico sea el ambiente en este tipo de variables, más creatividad potencial existirá en él (y aquí podemos pensar lo pobres que suelen ser en estas variables muchos entornos urbanos y espacios de primera infancia).
Otro lugar interesante en el que encontramos piezas sueltas (dentro del mundo educativo), es en muchas escuelas inspiradas por pedagogías activas. Sin duda, los materiales no estructurados son fundamentales en las propuestas y provocaciones que se realizan en las escuelas Reggio Emilia. Con sus características particulares encontramos materiales poco estructurados en la pedagogía Waldorf. Y en las Escuelas Bosque, el juego en la naturaleza está unido de manera inseparable con materiales naturales no estructurados.
Comenzamos a jugar en casa
Cuando uno se da cuenta de las infinitas posibilidades que tiene esto, corre algunos riesgos. No sé si te ha pasado que uno llega a estar fascinado, puede que intoxicado, con la cantidad de propuestas que ve por los blogs y redes sociales. He de reconocerte que yo también pasé por eso, soy la primera que a veces no he escuchado a mi hijo y le hacía propuestas con calzador porque a mi entender eran preciosas y no las hacía ni caso (o muy poco tiempo). Esa mesa de luz llena de objetos brillantes que solo quiso tirar por el aire con dos años, ese minimundo perfecto y lleno de detalles al que apenas se acercó…
Otro riesgo habitual es el de la copia sin más. Creo que es fantástico inspirarse en los demás, pero si solo copiamos, ¿dónde dejamos esa creatividad de la que hablamos como parte fundamental del juego no estructurado?
Te comento mi proceso, si observamos de verdad a nuestros niños y niñas, si les dejamos fluir, uno va encontrando su espacio, su forma, su lugar (aunque yo sigo cometiendo errores continuamente de seguir “dirigiendo demasiado”). Pero también os digo, aún sigo aprendiendo y he descubierto que no hay “recetas mágicas” que funcionen para proponer a cada niño/a en cada momento.
Hay que tener en cuenta que no es lo mismo cuando partimos del hogar o de un grupo pequeño de niñas/os, como es mi caso, que si trabajas en el aula con un número importante. En este último caso, la planificación del ambiente se vuelve imprescindible, y en ese caso tienes a profesionales de la educación maravillosas/os, que te pueden ayudar a transitar ese proceso sin volverte loco.
Con esto no quiero decir que la estética en casa no sea importante, es fundamental. Pero también hay que adaptarse a las circunstancias de los hogares, no todos vivimos en chalets espaciosos. Ahora parece que solo podemos llevarnos por una estética inspirada en el minimalismo nórdico (que no digo que no me guste) pero repito, hay que adaptarse y encontrar vuestro propio estilo.
Pequeños detalles antes de proponer el juego con piezas sueltas, como separarlo de otras zonas de la casa con juguetes tradicionales, o tapar elementos con telas blancas para disminuir el ruido visual me han funcionado bien. En una formación que realicé con Cristina Cano Valle (de espacio karacolas), me hablaron de la importancia de sentir la vibración estética en lo que haces, de forma que puedas transmitir esa vibración a los niños, que podrán sentirla. Creo que cada persona tenemos nuestro sello estético.
Una cosa más que no quiero dejar escapar, tenemos que dejarles tiempo, espacio y “libertad de creación” sin obsesionarnos con obtener un resultado “digno de subir a Pinterest o Instagram”. En relación a esto, siempre me ha funcionado mejor ofrecer, los materiales en contenedores o Tinker Tray (bandejas o cajas con compartimentos llenas de piezas sueltas) y un espacio disponible a modo de lienzo. O lo que podríamos llamar una provocación, es decir, colocar los materiales de forma que inviten a interactuar pero que no nos digan claramente que hay que hacer con ellos. En mi caso, esto me funciona mucho mejor que ofrecer a mi hijo un minimundo muy cerrado lleno de detalles (porque con lo que disfruta más, es con la propia creación del minimundo). Pero cada niño es distinto.
Preguntas habituales
Las preguntas habituales que se suele hacer la gente cuando ve este tipo de materiales y este juego son las siguientes:
¿Por dónde empiezo?
Puede ser más o menos fácil comenzar con un pequeño rincón de materiales no estructurados, o incluirlos en una zona de juego simbólico (Por ejemplo, en lugar de una cocinita tradicional o al lado de unos animales de juguete).
¿Cuáles son las mejores piezas sueltas?
Opciones hay infinitas, pero creo que es interesante que no falten los elementos naturales como piñas, piedras, palos y conchas (que podéis recoger en los paseos de estos días), elementos reciclados fáciles de conseguir en casa (como tapones, rollos de cartón, recipientes plásticos…) y yo apostaría también como imprescindibles, elementos de madera para construir (no pensemos solo en bloques de madera de colores o lego, que también nos encantan) y elementos translúcidos para jugar con la luz.
Para comprar siempre hay tiempo y quizás no sean los mejores momentos para hacerlo. Aunque son incuestionables la calidad y variedad de marcas con este tipo de materiales como Grapat o Grimms, hay muchas opciones según lo que busquéis. No solo es importante la variedad, sino también que haya elementos suficientes de cada tipo. Me ha pasado muchas veces que había cuatro cosas de un elemento, que los niños quisieran continuar y sentir que se corta el juego por esta razón. Esto es más importante si entran varios niños en juego.
¿Qué hago si mi hijo no juega con estos materiales?
Una de las preguntas del millón. Quizás sea un mal momento en ese día concreto, quizás no le interese ese tipo de propuestas. Puedes probar otra vez en otro momento, después añadir algún cambio. Quizás necesite al principio que juegues con él, verte a ti jugar con ellos, realizar alguna pregunta abierta sobre los materiales o hacer una transición desde elementos más comerciales (Mi hijo combina todo el rato Superzings con piezas sueltas ahora mismo). Pero sobre todo, observa a que le gusta jugar y como entra al juego, desde ahí tienes la llave para introducir estos elementos.
¿Cómo gestiono el caos?
Me gustaría darte una varita mágica para esto, pero me temo que no la tengo. Por una parte, intenta que cada vez te importe menos que una parte de la casa sea un lugar más caótico donde poder crear con estos materiales. Facilita la recogida según la edad con carteles, fotos o elementos transparentes en los que sea fácil ver lo que hay dentro. Para las piezas más pequeñas las bandejas con compartimentos o pequeños tarros transparentes me salvan la vida. Para elementos grandes prefiero las cestas. Aquí te dejo un link a mi blog lugares para guardar y presentar las piezas sueltas.
Pero, ¿es verdad que no hay conflictos?
Partiendo de que los conflictos durante el juego creo que hay que verlos también como oportunidades de aprendizaje. Sí que es cierto que son materiales que se suelen adaptar muy bien a distintas edades y a juegos grupales. Una vez se acostumbran a este tipo de juego, sobre todo en niños un poco más mayores, las creaciones conjuntas son una maravilla.
Para saber más
Formación online
Si estás interesada en introducirte en este mundo del juego no estructurado, tengo un curso online en el que hablo de todo esto y muchas cosas más. Como te digo, doy pistas (que no fórmulas mágicas) de cómo empezar, materiales para niñas y niños más pequeñas/os, cómo ordenar y cómo estructurar las propuestas según los intereses de aprendizaje. Por ejemplo: construcciones, áreas de matemáticas, de arte, de juego cooperativo, etc.
Se trata de un curso introductorio de acceso ilimitado, con material teórico, vídeos y grupo de apoyo en Facebook. Puedes ampliar información aquí.
Libros
- Piezas sueltas. El juego infinito de crear, Priscilla Vela Vico y Mercedes González Herranz
- Loose Parts: Inspiring Play in Young Children (Loose Parts Series), Lisa Daly y Miriam Beloglovsky Libros originales en inglés.
Blogs
- Recopilatorio de propuestas y provocaciones con piezas sueltas en mi blog Poetisa Insomne
- Introducción a las Piezas Sueltas y La teoría de las piezas sueltas (en español) de Mama Extraterrestre
- Pinceladas sobre provocaciones de Laura Estremera
Me gustó mucho la información, me ayudó a fortalecer mis conocimientos y aprender nuevos conceptos y formas de hacer y organizar las prácticas diarias de mi labor para la educación inicial. Muchas gracias.
Gracias Maria Inés por contestar. Es maravilloso ver como entre todos, tejemos una red para mejorar nuestro rol como adulto y nuestra mirada hacia la infancia. Nos encantará saber como te ha ido al aplicarlo en tu día a día. Un saludo.