Me imagino que si estas leyendo esto es porque quieres comprender un poco más cómo aprende tu hijo/a, alumno/a o por interés personal. Por eso quiero darte unas pinceladas sobre el desarrollo del juego en este primer año tan importante en la vida de toda persona.
Uno de los libros que más me ha ayudado a comprender el inicio del juego en los niños/as y qué necesitan del entorno es el libro Los orígenes del juego libre de Éva Kálló y Györgyi Balog. Lamentablemente no se encuentra en tiendas, sólo en la web oficial del Instituto Emmi Pikler.
Pero para que no te lo pierdas intentaré resumirte algunas ideas que aparecen en el libro y otras de cosecha propia sobre:
- El desarrollo natural del juego en el primer año de vida
- La preparación del espacio para que este se desarrolle de forma autónoma y segura.
¡Vamos allá!
El juego durante el primer año de vida
Para conocer el juego del bebé el primer año de vida es necesario observar muy de cerca los movimientos y cambios que se producen en él. Se necesitan muchos momentos de observación y de análisis. Por suerte existen estudios que nos ayudan a comprender mejor estos procesos de aprendizaje como los realizados en el Instituto Lóczy por la pediatra Emmi Pikler y que puedes leer en profundidad en el post Emmi Pikler y cómo transformar tu propia práctica.
En relación al juego si observamos al bebé descubriremos algunos hechos que se suceden a lo largo de este primer año (no podré edades ya que han ido variado a lo largo de los años y dependen del desarrollo particular de cada niño/a).
Lo que destaco a continuación es la progresión de acciones del niño/a y algunos materiales que puedes poner a su disposición.
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Descubriendo las manos:
El bebé recién nacido al no tener cerca al adulto empieza a entretenerse observando sus manos, juega con ellas y se va preparando para la manipulación posterior de objetos. Este descubrimiento de las manos es el primer indicio del juego. Es importante dejar que explore sus manos antes distraerle con objetos de juego o sonajeros colgantes en la cuna. En este momento el principal material de juego es su propia mano.
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Primeros objetos de juego: tras este descubrimiento de la mano el niño/a muestra interés por objetos cercanos. Es el momento de introducir los primeros objetos de juego. Uno de los más utilizados en el Instituto Lóczy es un pañuelo de tela de algodón de color vivo con contrastes que llame su atención (ejemplo negro o rojo con lunares blancos) y que le permita tomarlo con facilidad.
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Manipulación: Después empiezan a tomar objetos cercanos con una mano y los manipulan de distintas formas. Es el momento de dar objetos que pueda tomar con parcialmente o totalmente con una sola mano como mordedores y muñecos de goma sin sonido interior.
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Dejar caer: Comienza a coger objetos más lejanos de la cuna y se estira para alcanzarlos o se arrastra. También los deja caer para ver el efecto que produce. Está descubriendo el “dejar caer y recoger” el “perder y encontrar”, como explican las autoras del libro. En este momento resulta interesante utilizar la pelota de mimbre o bolo. Es importante que no sea un objeto que ruede mucho, cómo pelotas de goma, para que sea capaz de recuperarlo sin excesivo esfuerzo.
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Descubriendo cualidades: El niño/a ya se arrastra para tomar objetos más lejanos. Observa sus características (grandes, altos, inestables, delicados, objetos circulares que ruedan, objetos que se vuelcan, objetos con cavidades, etc.) Pueden ponerse a su alcance recipientes (cuencos de madera o metal, cestos o tazas de madera), huevos de madera o el canasto de los tesoros, pero disponiendo los objetos en el suelo en vez del canasto para facilitar la movilidad del bebé (hablo con más detalle en la guía de juego).
- Relación entre objetos: Cuando ya puede tomar dos objetos pequeños, uno con cada mano, los golpea entre si (ejemplo mezcladores de miel o anillas) o los deja caer uno dentro del otro (ejemplo bloques de madera y objetos naturales dentro de cuencos o canastos).
Después de explorar cualidades de los objetos comienza a investigar qué más puede hacer con ellos. Ya no sólo es el sonidos, el olor, el gusto, el tacto, el color ahora entra en juego las relaciones entre ellos (la exploración lógico-matemática o relaciones lógicas si formalizamos conceptos). Coloca varios objetos dentro de un recipiente, los vuelca, los reagrupa, los compara. Los mismos recipientes y objetos que utilizaba para explorar ahora los utiliza para coleccionar y agrupar.
Como ves no son necesarios grandes juguetes o ni siquiera juguetes tradicionalmente concebidos, pueden utilizarse objetos sencillos y cotidianos.
Ahora quiero contarte algunas ideas para preparar el espacio de juego.
¿Cómo preparar el espacio de juego?
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Espacio limitado: Tanto si es en tu casa o en un espacio común de juego suele recomendarse separar a los niños/as que caminan y gatean de los que aún están tumbados. De esta forma se sienten más seguros y no interfieren en su propia exploración. En el Instituto Lóczy utilizaban unas rejas con barrotes de madera que separaban las zonas de juego de los niños/as que no gateaban del resto de la habitación. Por supuesto no es necesario dividirlo de la misma forma; lo fundamental es que tengan un espacio tranquilo y seguro dónde puedan moverse con libertad y ver al adulto de referencia.
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Superficie: No se recomienda que sea una superficie blanda ya que no favorece el equilibrio y estabilidad en sus movimientos. Además perturba los efectos reales de los objetos . Por ejemplo, al golpear un objeto metálico el suelo acolchado se amortigua el sonido o al rodar un objeto circular, este se frena. En Lóczy se utilizaban sábanas tirantes para aislar en caso de suelos fríos.
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Elección de objetos: Es importante observar estos momentos de juego para ver que acciones realiza el niño o la niña y elegir aquellos objetos que acompañan mejor esas acciones. Por ejemplo, si:
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aprieta con sus manos darle objetos de tejido o goma
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golpea un objeto con otro usar objetos de metal o madera
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lanza facilitar objetos de distintos materiales para ver su efecto
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Actitud del adulto: Lo más importante no son los objetos en sí sino la actitud del adulto en relación a la exploración del bebé: cómo el adulto de referencia lo observa, cómo dispone el espacio seguro para que él pueda moverse o cómo reconoce su propia capacidad de aprendizaje es fundamental. Puedes leer con más detalle en el post sobre Emmi Pikler y el movimiento libre.
Espero que haya sido útil este post y espero tus comentarios más abajo.
¿Qué has descubierto tú observando el juego de los niños/as?, ¿qué otras recomendaciones darías para adaptar el espacio de juego para el primer año de vida?
Si te ha ayudado no olvides compartir en tus redes.
Hay que vivirlo para darte cuenta de la riqueza, capacidad y competencias del bebé desde ese acompañamiento por parte del adulto, dejando hacer y disfrutando de la observación. Jugar es su trabajo y es lo que mejor saben hacer. Todo esto te permite, además de darle autonomía y libertad de movimiento, conocer al bebé y darle lo que necesita según va progresando. Y lo mejor de todo… Cada vez que logra algo nuevo, siempre te busca con la mirada, con su mejor sonrisa.
Como educadora, en el aula de Lactantes me siento una privilegiada observando, en primera fila, todo un espectáculo como es el juego y desarrollo de l@s niñ@s.
Gracias Paloma por compartir tu experiencia y visión, alineadas con esta forma de mirar con respeto y promoviendo la libertad de los más pequeños a desarrollarse con armonía y seguridad. Estamos en contacto. Un cálido saludo.